miércoles, 5 de diciembre de 2012

DILUYENDO LOS DEFECTOS DE CARACTER


Las emociones destructivas como la soberbia, la ira, la envidia, la avaricia, la gula, la pereza y la lujuria poseen características que nublan nuestro entendimiento cuando las experimentamos de una en una o varias de ellas durante una misma experiencia emocional, regularmente descoyuntan nuestra percepción del bienestar personal, disminuyen nuestras capacidades mentales y emocionales para actuar en favor de las relaciones interpersonales que deberíamos cultivar con humildad, moderación, paciencia, caridad, amor, tolerancia, esmero y cuidado... Las dificultades provocadas por los defectos de carácter nos bloquean por minutos, por horas, por días e incluso por años, nos alejan de lo que es bueno y conveniente para nosotros y todas las personas con quienes interactuamos, es justo decir que de hecho estas emociones negativas o defectos de carácter son las causantes de la contaminación emocional de los ambientes sociales en donde la interacción humana es personalizada... ¿Como podemos contribuir a mejorar nuestro entorno social, familiar y personal? Esta es una cuestión que nos concierne a todos y su respuesta positiva es una responsabilidad que corresponde a los hombres y mujeres que ostentan ideales nobles en su mente y corazón...

Quizá sólo tratemos de pensar positivamente diciéndonos a nosotros mismos, mañana comienzo, la próxima semana empiezo a cuidarme, ahora si, después de la fiesta del fin de año empezare con mi rutina y así hasta el infinito y mas allá... Es probable que esto nos funcione por algún tiempo, sin embargo, los factores "inconstancia y postergación" en las acciones, resultan una limitante para algunos de nosotros, reducen nuestras habilidades mentales y emocionales, especialmente aquellas que nos apoyan a generar el entusiasmo y el interés en lo conveniente para nuestra salud y bienestar... Es un hecho de la vida que cuando falta intensión y motivos correctos es mas complicado avanzar sin dañar ni dañarnos; es así como se deshonra una promesa y regularmente somos abatidos por la competencia, que para ese momento, es probable que nos haya contagiado con envidia, el virus emocional que acompaña a la frustración... Yo creo que un comienzo es todo lo que se necesita, y todos podemos iniciar algo que nos conviene, que es saludable y que nos hará sentir mejor, aunque no necesariamente nos agrade del todo... Es en este punto en donde podemos actuar aunque la mente nos repita una cantidad indeterminada de excusas absurdas por las cuales deberíamos postergar nuestro bien estar, sin hacer caso a los pensamientos destructivos, debemos cultivar el hábito de la constancia, con pensamientos positivos y con acciones  efectivas e inmediatas...

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