Es en la calidad de nuestros pensamientos y emociones en donde radica la base de una personalidad saludable y mesurada, estos dos factores son de suma importancia en la liberación de nuestra energía, porque de ellos emana el entusiasmo y la buena voluntad que nos impulsan a desarrollar nuestro carácter ante cualquier circunstancia en un plano emocional y espiritual por encima de nuestro propio pasado... Es natural que un concepto como este penetre siempre en nosotros como un desafío a nuestra voluntad y paradigmas, sin embargo, aventurarnos a superar este desafío, puede significar una tarea de crecimiento personal que vale la pena llevar a cabo, porque puede resultar muy conveniente para la obtención de la paz emocional...
Un reto a los hábitos y creencias del ser humano puede permanecer en la mente de quien lo acepta por algún tiempo antes de causar efectos; cualquiera que sea el tiempo en que uno se disponga a la ación, es un hecho que cierta cantidad de energía que parecía no existir en nuestro interior será liberada... Es así como los temores, los resentimientos, las culpas y las preocupaciones pueden ser superadas; admitiendo claro, que estas emociones son una auto sugestion de inferioridad generadas por nuestras propias expectativas no cumplidas... Esta liberación de energía da un tono moral mas elástico y elevado, que nos permite disfrutar de una nueva libertad de acción, da poder a quien la experimenta para enfrentar desafíos para los cuales parecía no tener el valor necesario, es una energía superior a uno mismo...
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