Uno de los obstáculos anímicos mas comunes para el ser humano es aquel que se presenta cuando estamos disfrutando de un agradable día, ocupados en nuestros propios asuntos y de pronto algún evento, persona o circunstancia desvía nuestra atención abruptamente, entorpeciendo o desestabilizando el resto de las veinticuatro horas que tenemos por delante; ¿Que hacer para recuperar el rumbo del día y el equilibro de nuestros estados emocionales? Lo primero es aceptar que todos podemos empezar el dia cuando sea necesario...
Por ejemplo: Cuando me siento irritado por algo o por alguien, me alejo del probable conflicto interpersonal, me dirijo a un lugar aislado y cercano, reflexiono unos minutos acerca de los motivos íntimos y verdaderos de mi incomodidad y regularmente descubro que estoy elevando mis exigencias acerca de las personas, las cosas o las circunstancias que no puedo controlar; esta simple acción me permite el regreso a un nuevo dia con una perspectiva mas positiva y comprensiva a esa persona, cosa o circunstancia que en apariencia me orilla al descontento... La idea principal es observar las alteraciones del equilibrio mental y estar atentos a las pequeñas olas de ira que turbian el lago de la mente, evitando que adquieran grandes proporciones; entonces y solo entonces se alcanzará un estado de tranquilidad que beneficia la personalidad...