Poseer la capacidad de vislumbrar un futuro prometedor con una recompensa verdaderamente mayúscula permite al ser humano tener los motivos suficientes para esforzarse en la creación de buenos hábitos, disciplinarse a sus propias rutinas y mantenerse entusiasmado (a) en el camino que le lleva al cumplimiento de sus metas; y para poder visualizar esa promesa es necesario ser consciente del pasado personal y de las cosas que se tienen que mejorar en si mismo (a) para conseguir la transformación personal; es imperativo dejar de lado el deseo malsano de que las cosas, las personas y que las circunstancias tienen que cambiar y ser mas fáciles, para pedir que se pueda ser mas hábil y mas capacitado (a) para enfrentarlas tal y como son; pare de desear que la vida sea mas sencilla y concentre su enfoque en convertirse en alguien que puede solventar dificultades...
Negarse a ver la parte negativa que viene con las dificultades en la vida es un acto inocente e irresponsable de la ignorancia... Para desarrollar la facultad de la buena voluntad y conseguir que esta capacidad valla en aumento en lugar de empujar hacia los lados consciente o inconscientemente lo que no nos gusta de la vida con la fuerza de voluntad, es necesario generar mas valor en la existencia personal y convertirse en una persona realmente atractiva... Adquirir o aprender mas de una sola habilidad, así como optimizar las facultades personales es la mejor manera de atraer lo bueno; lo mejor de la vida es posible si y sólo si, se es atractivo (a) y esta es un característica primordial de la autoestima, que es sin lugar a dudas el factor principal del progreso y el desarrollo personal... Siendo esto cierto ¿porque algunos líderes por posición llegan a negar estas verdades? Sencillamente porque ignoran la recompensa que viene cuando le dedican tiempo, dinero y esfuerzo a sus subordinados, mientras que los verdaderos líderes impulsan el desarrollo personal de quienes les admiran...