Hay un viejo dicho que dice, “cuando tienes salud, lo tienes todo”... Hoy en día las personas que cuidamos nuestra salud y también las que no lo hacen pueden distinguirse con mayor facilidad; los inevitables de la vida nos pueden sorprender en cualquier momento sin aviso y si no se está preparado (a), no solo para resistir, pero también para sobreponerse emocionalmente con paciencia, tal vez el cuerpo lo resienta y los pensamientos empiecen a tornarse un tanto pesimistas y uno comience a quejarse buscando culpables en el exterior, permitiendo así que la conmiseración haga presa del cuerpo; por otro lado, si en vez de auto deprimirse uno se decide por tomar un pequeño descanso, conversar con los amigos, ver algo interesante en la televisión o leer un buen libro mientras pasan los síntomas del malestar, entonces el carácter personal está siendo bien civilizado...
Decir que no se ha estado haciendo nada particular para cuidar la salud muy probablemente significa que se está siendo irresponsable y esto es un grave error de juicio a largo plazo... Un carácter bien civilizado por la disciplina le permite a uno hacer lo conveniente para el cuerpo, la mente y la vida emocional, aunque no exista malestar alguno por el momento... Hoy en día es posible reconocer conscientemente que la manera correcta de pensar genera una manera correcta de vivir; una actitud saludable da al carácter y la ambición un nuevo sentido; desarrollar un estilo de vida que permita que la actitud nos impulse a decidir por la buena alimentación, las horas adecuadas de descanso, el ejercicio físico y los buenos pensamientos tal vez signifique que ya se ha admitido de manera puntual y objetiva que la buena salud es donde la mente y la química del cuerpo se encuentran para generar una vida sofisticada...
