SER VALIENTE ES SER VULNERABLE

Ser creativos, enfrentar las conversaciones difíciles y superar los retos en la vida es lo que hace un ser humano vulnerable; aceptando que la vulnerabilidad no es acerca de ganar o perder, es poseer el valor para actuar aun cuando se tiene la certeza de que no se puede controlar el resultado y me atrevo a decir que quienes no están constantemente en el terreno de los retos recibiendo los golpes que da el éxito por medio de la adversidad, quizá deberían reconsiderar su actitud hacia quienes si se esfuerzan cada día en el terreno del desarrollo y el crecimiento personal; soy un convencido de que no se deben aceptar los comentarios limitantes de la gente, especialmente si estos provienen de personas que solo critican y no enfrentan con valentía y responsabilidad su propia vida; evite usted pelear en contra de las opiniones ajenas, solo mire al frente cuando las escuche y siga caminando hacia adelante… 

El tiempo es una fuente no renovable de retos y satisfacciones, sin embargo, las historias que uno mismo se cuenta tratando de satisfacer al ego que a veces nos llena de vergüenza debido a las derrotas, obedecen a que el cerebro busca una historia que justifique nuestras circunstancias para entender mejor cómo protegernos, ya sea negándose a participar por medio del escape o peleando contra algo o alguien qué tal vez ni siquiera considera qué hay conflicto; es conveniente aceptar que lo opuesto a pertenecer es encajar en los grupos sociales; pertenecer es un sentido que se gana con acciones de cariño y respeto, mientras que encajar es una emoción forzada por las apariencias y la falta de autenticidad; admito que ser vulnerable es difícil, incluso algunas veces aterrador y peligroso, aun así, es de valientes presentarse cada día al reto de ser auténticos y disfrutar con gratitud y alegría el poder y el liderazgo que brinda la vulnerabilidad …

GANAR CON LA DERROTA

Disfrutar de la adrenalina y la euforia que genera la competencia en cualquier ambiente social, deportivo o comercial es un privilegio de los seres humanos, especialmente cuando se va ganando, sin embargo, cuando se trata de algún fracaso, por insignificante que este pueda ser, las perspectivas mentales y emocionales no son muy halagadoras, sobre todo para aquellos de nosotros que hemos sentenciado parte de nuestras vidas a ganar o perder, atados al soberbio pensamiento de todo o nada ¿De que nos sirve ganar una discusión, especialmente si lo que conseguimos es alimentar el ego momentáneamente para después sufrir las consecuencias del resentimiento y la venganza de aquellos a quienes les hemos pisado los cayos con nuestras actitudes? Quizá sea muy satisfactorio sentir que estamos venciendo en el juego de la vida sin antes considerar que la humildad nos puede conducir hacia el verdadero éxito personal, ese que se experimenta al final de un día satisfactorio, en esos momentos de callada expectación en donde el pensamiento honesto nos dice que hemos hecho lo correcto...

Las satisfacciones momentáneas en nada pueden compararse con la alegría de saber que somos justos, verdaderos y respetuosos en el trato a los demás; claro que habrá quien opine que derrotarse ante lo que no podemos manejar es una señal de debilidad; yo creo que esto no podría estar mas lejos de la verdad, porque es de los instantes de debilidad y derrota de donde nace la búsqueda de fortaleza, sabiendo que es necesario empezar a mejorar ya y que no importa cuan largo y difícil parezca el camino que se tenga que recorrer, siempre será mejor estando acompañados de las personas con quienes compartimos confianza y responsabilidad, ademas, la luz en la oscuridad regularmente alumbra cuando menos lo esperamos; es de sabios equivocarse y corregir en el camino, pues hacerlo significa madurez y acción firme para levantarse y sacudirse las rodillas como lo hace el entusiasmo de los niños cada día; admitir que los ciclos se terminan, que la gente se va de nuestra vida y la derrota frente a lo que no podemos controlar, nos permite conocer las respuestas de la vida a las inquietudes personales; estas respuestas pueden ser: si; no o tengo algo mejor para ti, solo tienes que ser paciente; cuando aceptamos este simple hecho nos condenamos al éxito aun a pesar de nosotros mismos...

VULNERABLEMENTE GENIALES

Esta bien ser vulnerables; el ser humano es el maestro que diseña su propio carácter y por eso podemos realizar cosas impresionantes; el hombre y la mujer pueden transformar algo de poco valor, casi de la nada, en algo maravilloso y de gran valor; recuerde que si a usted no le gusta algo en su vida, puede cambiarlo, si no le gusta el lugar en donde vive, cámbielo, si no le gusta cómo usted reacciona a los retos que le presenta la actitud de las demás personas, cámbie usted, si su vida está impregnada de relaciones tóxicas, cambie la manera en la que usted se relaciona con los demás, la genialidad tiene su origen en el ser auténtico (a); debemos admitir que para vivir con entusiasmo se requiere de actuar con entusiasmo y el simple deseo del cambio en uno mismo (a) para mejorar es ya el principio de algo nuevo; la creación de lazos de confianza requiere de que cada persona aporte sus valores y no solamente su crítica…

Nadie posee el monopolio de las emociones y aunque algunas personas se engañan a sí mismas diciendo a los demás, me haces sentir mal, me haces enojar, me obligas a portarme así, eso no significa que a todos los demás no nos suceda lo mismo, así entonces, evitemos atribuir poder a las personas, especialmente sobre el cómo nos sentimos; la capacidad de vivir libremente bajo nuestra propia responsabilidad puede ser desarrollada, evite negarse a sí mismo (a) emociones como el dolor o la alegría, pues las emociones son inherentes al ser humano, es natural que en ocasiones el poco o nulo control sobre el carácter limite la capacidad de mantenerse en calma y ecuánime, sin embargo, el servicio a las demás personas, ayudarles a que se pongan de pie después de una caída y a que consigan sus metas en la vida, levanta el ánimo, especialmente a quien presta la ayuda, además el servicio genera los mejores y más fuertes lazos de confianza…

ACTITUD, EL ARTE DE SER BUENOS TENIENDO SUERTE

El conocimiento y las habilidades suman, pero la actitud multiplica los resultados, la actitud optimista representa un gran reto para el ser humano, mantenerse positivo especialmente en momentos de gran reto es difícil, pues las personas somos vulnerables a los estímulos de la vida, sin embargo, si puede uno entrenarse en el arte de mantener una actitud proactiva, es decir, la actividad, leer los grandes libros, escuchar buenas conferencias, practicar esa disciplina deportiva que le gusta y aunque no le guste, pero que usted sabe que le hace mucho bien, hace que el día se vea con suerte para uno…

En resumen, auto desarrollarse y hacerse responsable de lo que hoy se tiene en la vida, es en sí parte del entrenamiento para la buena actitud, tal como lo hacen los mejores atletas que se entrenan para una competencia, porque saben que son los únicos responsables de sus resultados; día a día y de manera disciplinada, uno puede obligarse a si mismo a hacer todo lo necesario para sentirse más apto, más valiente, más motivado, incluso más sofisticado; la dirección y la atención de uno hacia lo que quiere y busca, se definen con la práctica, entrenándose; estás habilidades generan el tipo de actitud que le hace a uno sentirse muy suertudo para para enfrentar cualquier desafío día a día…

UNA CAUSA JUSTA ES UN PROPÓSITO ELECTRIZANTE

La confianza de las personas no se contrata, se forma y para darle contexto a esta declaración puedo decir que la cultura del miedo a no pertenecer o a ser reprendido es la verdadera “old school” de los negocios, porque limita las capacidades y las habilidades de las personas orillándolas a centrar su atención en los peligros de equivocarse, de hablar con la verdad cuando se ha cometido un error y de expresarse con libertad cuando algo no parece estar bien y esto mis muy apreciables lectores es historia antigua que data de los comienzos de la revolución industrial; la cultura del temor a ser auténticos es una cultura que obstaculiza el crecimiento, el desarrollo y por ende el éxito de cualquier emprendimiento, es una filosofía de corto plazo…

Una causa justa o resiliente eleva el entusiasmo y da origen al sentido de pertenecía; un propósito valioso como este es una creencia sofisticada por el corazón y el pensamiento que regularmente evoluciona en lo que hace la diferencia entre el éxito y el fracaso, es decir, en el porque hacemos lo que hacemos; un propósito digno eleva el valor de nuestros esfuerzos no lo tira al piso, aumenta la auto estima, le da sentido a la razón por la cual  uno se levanta de la cama cada mañana, es la inspiración para comunicarse desde adentro hacia afuera; una causa justa genera los cambios en el “status quo” y las personas tendemos a sentirnos más identificados con aquello que le agrega valor a nuestra vida y a nuestros esfuerzos…