Si se trata a las personas como lo que son, eso les permitirá seguir siendo lo que son y si se les trata como lo que podrían llegar a ser, la vida se eleva a un plano de excelencia para ellas y aun más para quien comparte su entusiasmo por vivir; hacer lo que a uno le gusta, abre nuevas perspectivas, coloca la personalidad en estados emocionales que le hacen a uno más efectivo (a) y contribuyente a la vida, hace que las dificultades sean mas fáciles de resolver y los retos de desarrollo mucho más superables, enaltece la auto estima y genera relaciones interpersonales más saludables…
Que le gusten a uno los alimentos nutritivos y energizantes resulta ser un privilegio que se debe aprovechar al máximo, así también es un privilegio disfrutar del agotamiento que provoca el ejercicio físico y el efecto acumulado de ambas disciplinas invariablemente genera grandes recompensas que pueden durar toda la vida; reconozco que resulta difícil para algunas perspectivas aceptar el precio que se paga por las disciplinas, aunque creo que es todavía de mayor impacto la falta de ellas a la hora de enfrentar las consecuencias de la rebeldía hacia el cuidado personal; vivir con entusiasmo requiere únicamente de la práctica de una pequeña disciplina a la vez, un día a vez y solamente por hoy, pues mañana será un hoy también…