Es muy interesante reconocer que un gran porcentaje de las personas que practican el privilegio de enseñar no hayan obtenido para si mismos los resultados en la vida que tanto promueven a sus alumnos; esto seguramente se debe a que dentro de los modelos de educación tradicional se considera mas al intelecto de la persona, que a el ser emocional como centro educable desde sus valores intrínsecos, por lo tanto el enfoque es únicamente sobre aquellos valores que han sido impuestos en base a las limitaciones de carácter en la gente que no ha alcanzado sus propios sueños aun con toda la preparación intelectual a su disposición, porque han decidido que es mas fácil trabajar para que otros cumplan sus anhelos aun que esto signifique limitar su propia felicidad; y es que una soberbia actitud no desea aceptar del todo que la emoción es lo que realmente ayuda al aprendizaje del ser humano, es decir, una actitud y una mentalidad positivas generadas por la capacidad de levantarse del fracaso a pesar del temor es nada mas y nada menos que inteligencia emocional en acción, ya que es la emoción la que en verdad educa al ser humano...
La inteligencia emocional es la que genera hombres y mujeres exitosos y no el intelecto únicamente como se venía instruyendo a las generaciones en el pasado... En realidad son los factores como el soñar con metas, anhelar progreso, visualizar mejores circunstancias y aplazar las recompensas los que motivan al ser humano a levantarse del fracaso y retomar el camino hacia el éxito como cada quien lo concibe, aunque estas acciones representen incrementar la tolerancia a las frustraciones; sin embargo, estos valores emocionales parecen estar vetados en la educación tradicional; se ha pasado por alto el hecho de que los sueños son meramente emocionales y que la confianza del ser humano es la facultad de la inteligencia emocional que mueve la economía mundial; resulta realmente improductivo tratar de enseñar a la soberbia del intelecto unicamnete; es imperativo admitir que no se puede considerar como producto terminado a nadie que se considere lo suficientemente inteligente como para creer que ya lo sabe todo y que nada puede aprender de los demás, aun cuando su conocimiento intelectual sea muy extenso; por lo tanto desarrollar las facultades humanas como la fe en si mismo, en un poder superior a si mismo y el desarrollo de la inteligencia emocional son una garantía de que el éxito es asequible para todas las personas que creen que es posible conseguirlo...
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