viernes, 2 de septiembre de 2016

UNA PERSONALIDAD SOFISTICADA DILUYE SUS DEFECTOS DE CARACTER

Para edificar la personalidad  se requiere diluir los defectos de carácter con acciones honestas y el firme deseo de que se quiere mejorar... El deseo, las afirmaciones positivas, una visión creativa y los pensamientos sintonizados con emociones saludables generan una fuerza para el bien que sirve como plataforma para la eliminación de las enfermedades creadas por la mente... Es justo decir que los hombres y mujeres que buscan la evolución de su personalidad generan emociones productivas que ayudan a diluir los contaminantes del carácter como la soberbia, la ira, la envidia, la avaricia, la pereza, la gula y la lujuria en sus ambientes sociales; esta tarea puede llevarse a acabo mientras se adquiere mayor conocimiento de nuestros semejantes y de uno mismo, así entonces, admitiendo y asimilando nuestros defectos de carácter y nuestras capacidades emocionales vamos mejorando nuestra propia personalidad para renovarnos a cada momento...

Quizá sólo tratemos de pensar positivamente, diciéndonos a nosotros mismos, mañana comienzo, la próxima semana empiezo a cuidarme, ahora si, después de la fiesta del fin de año empezare con mi rutina y así hasta el infinito y mas allá; es probable que esto funcione por algún tiempo, sin embargo, los factores "inconstancia y postergación" en las acciones resultan una limitante para el desarrollo del carácter, reducen las habilidades mentales y emocionales, especialmente aquellas que apoyan a generar el entusiasmo y el interés en lo conveniente para nuestra salud y bienestar... Cuando falta el deseo genuino por mejorar es mas complicado avanzar sin dañar ni dañarnos, es mas fácil ser abatidos por la competencia en la consecución de nuestras metas, competencia que tal vez nos haya contagiado ya con envidia, el virus emocional que acompaña a la frustración... Estoy convencido que para mejorar solo se necesita un comienzo y todos podemos iniciar algo que nos conviene, que es saludable y que nos hará sentir mejor, aunque no necesariamente nos agrade del todo; en este punto es en donde podemos actuar aunque la mente nos repita una cantidad indeterminada de excusas absurdas por las cuales deberíamos postergar nuestro bien estar... Sin hacer caso a los pensamientos destructivos debemos cultivar el hábito de la constancia con pensamientos correctos y acciones positivamente efectivas e inmediatas...

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