En la vida emocional la tranquilidad viene de pensamientos y acciones que en un principio pueden parecernos paradójicas e innecesarias, pero que a la larga nos proporcionan la tan deseada paz emocional... Uno de los ejercicios emocionales que ejemplifican mi decir es el siguiente: Si alguien nos lastima y nos enfadamos, también estamos equivocados; admitir que solo nosotros podemos hacer algo por la ira que acompaña la frustración que experimentamos al no conseguir exactamente lo que queremos, es un paso a la liberación de la envidia y el resentimiento, pero solamente es un paso, siempre podemos ir mas allá, nosotros podemos mejorarnos a nosotros mismos en lugar de tratar de arreglar a los demás; cuando estamos enojados la ira está siempre centrada en nuestro fuero interno...
Es axiomático recordarnos a nosotros mismos que somos humanos y que seguramente estamos haciendo lo mejor que se puede, aun cuando lo mejor sea algunas veces muy poco... La reflexión positiva y la paciencia pueden mejorar nuestro estado de animo, especialmente cuando nos encontramos en la montaña rusa de la confusión emocional, debemos aceptar que el crecimiento personal y el proceso hacia la madurez son frecuentemente dolorosos, pero el sufrimiento es opcional durante estos periodos de experiencia... La evolución de la humanidad a través de la historia nos ha enseñado que se debe experimentar el cambio, que por doloroso que sea siempre acabará guiandonos de la soberbia a la humilde paz emocional; y cuando el día parece demasiado nebuloso y sombrío, cuando parece estar pintado de pereza y pensamientos depresivos la mejor medicina emocional es: "UN LISTADO HONESTO DE LAS BENDICIONES EN NUESTRA VIDA"; esta acción seguramente mejorara nuestro punto de vista durante ese momento; de hecho, nosotros los seres humanos podemos empezar el dia cuantas veces sea necesario... La formula es: pare, reflexione y corrija...
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