Cuando uno para de excusarse por esto, por aquello y por lo otro; y en su lugar comienza a agradecer por cada oportunidad de crecimiento y desarrollo personal que cada experiencia de reto representa, da principio un verdadero proceso de reestructuración en la perspectiva de uno mismo y de la vida; las emociones que a veces nos parecen turbulentas, especialmente aquellas que afectan las relaciones interpersonales y que resultan dolorosas para los involucrados también empiezan a alejarse hasta desaparecer y entonces, solo entonces, las situaciones aparentemente inmanejables se pueden apreciar con un sentido de la vida mucho mas positivo, se adquiere una nueva consciencia, un concepto personal mas entusiasta...
Este proceso puede parecer demasiado para los individuos que carecen de un Poder Superior a si mismos, sin embargo, cuando se ha tomado la decisión y se da el primer paso en el agradecimiento por lo mucho o poco que se cree tener en la vida, seguramente ya se estará gestando el cambio pro positivo en el interior del individuo para que muchos de estos hilos enmarañados en la mente se deshagan, poco a poco se irán reparando los lugares más deteriorados en la vida, un día a la vez, casi imperceptiblemente se va desarrollando el carácter, la personalidad y el estilo de vida; se disminuyen los temores como sucede con un termostato al que se le ha bajado la temperatura; se comienza a experimentar momentos de mayor alegría y entusiasmo; así y solo así, agradeciendo por lo que se tiene se puede estar listo para el éxito que nos ha sido asignado...
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