Las metas no se adaptan a la personalidad, se tiene que desarrollar la personalidad hasta que esta alcance sincronía con los sueños que se quiere realizar; debemos reconocer que mantener una actitud de esperanza feliz puede sumergir al ser humano en la baja autoestima y por consecuencia en la mediocridad, es importante ser conscientes de que vivir esperando a que las cosas cambien no mejora las circunstancias personales, uno tiene que desarrollar las propias habilidades, los pensamientos, la sensibilidad, el físico y el espíritu para disfrutar de la capacidad humana llamada plenitud; si se quiere ser más es imperativo ser más; no pida que la vida sea fácil, pida tener más habilidades para enfrentar los retos...
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