El arte de enseñar está directamente relacionado con el arte de aceptar ser enseñados, es necesario admitir regulaciones si se quiere evitar los intentos de ser dominados por la fuerza; aceptar que se puede ser regulado sin perder la integridad y libertad personales es un arte de la mente... No tiene sentido ir por la vida resistiendose a los embates de las dificultades, pues aquello a lo que uno se resiste, persiste; desgastarse tratando de cargar el peso de la problemática ajena también resulta en un contrasentido a las aspiraciones individuales; cuando nos oponemos a las ideas de aquellos a quienes se ama limitando sus maneras de experimentar la vida, estamos adoptando una actitud generadora de conflictos emocionales muy graves; lo mejor que se puede hacer es tolerar conscientemente a las personas con quienes interactuamos, debemos trascender cada circunstancia con tranquilidad; esta es una habilidad emocional que se adquiere con la practica... Si nos esforzamos lo suficiente pasaremos cualquier prueba, tal como lo hicimos en el pasado; pero si dejamos que la soberbia y la obstinación hagan presa de nosotros, tal vez tengamos que repetir la experiencia hasta aprender a enfrentar los retos...
Es imprescindible aceptar que en el pensamiento no hay faltas a la moral ni delitos a perseguir, pero cuando la lengua se esgrime como una espada de dos filos en contra de nuestros semejantes, estamos afectando el ambiente emocional de ellos y nosotros; para que exista un conflicto solo se necesita de dos o mas estilos de pensar diferentes y un poco de intransigencia de las dos partes, aunque algunas personas no necesitamos de un oponente, podemos ser nuestros propios enemigos y disminuir nuestra autoestima con la autocrítica destructiva... La agresión verbal utilizada en contra de nosotros ante el espejo, así como la ejercida en contra de nuestros seres mas queridos es una clara muestra de lo volátil que puede ser nuestro carácter cuando no se cumple con nuestras expectativas... En la enseñanza y el aprendizaje el debate y la oposición hacia las ideas que difieren de lo convencional y rutinario siempre han sido y serán una constante en el derrotero del éxito, especialmente para quienes están trabajando en la consecución de sus sueños, pero los espíritus triunfadores evitan someterse a discusiones ignorantes, por lo tanto innecesarias... Es axiomático incentivar a las personas que han decidido desarrollar un carácter civilizado para influenciar positivamente los ambientes sociales...
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