viernes, 4 de junio de 2021

UNA CAUSA JUSTA ES UN PROPÓSITO ELECTRIZANTE

La confianza de las personas no se contrata, se forma y para darle contexto a esta declaración puedo decir que la cultura del miedo a no pertenecer o a ser reprendido es la verdadera “old school” de los negocios, porque limita las capacidades y las habilidades de las personas orillándolas a centrar su atención en los peligros de equivocarse, de hablar con la verdad cuando se ha cometido un error y de expresarse con libertad cuando algo no parece estar bien y esto mis muy apreciables lectores es historia antigua que data de los comienzos de la revolución industrial; la cultura del temor a ser auténticos es una cultura que obstaculiza el crecimiento, el desarrollo y por ende el éxito de cualquier emprendimiento, es una filosofía de corto plazo…


Una causa justa o resiliente eleva el entusiasmo y da origen al sentido de pertenecía; un propósito valioso como este es una creencia sofisticada por el corazón y el pensamiento que regularmente evoluciona en lo que hace la diferencia entre el éxito y el fracaso, es decir, en el porque hacemos lo que hacemos; un propósito digno eleva el valor de nuestros esfuerzos no lo tira al piso, aumenta la auto estima, le da sentido a la razón por la cual  uno se levanta de la cama cada mañana, es la inspiración para comunicarse desde adentro hacia afuera; una causa justa genera los cambios en el “status quo” y las personas tendemos a sentirnos más identificados con aquello que le agrega valor a nuestra vida y a nuestros esfuerzos…

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