GANAR CON LA DERROTA

Disfrutar de la adrenalina y la euforia que genera la competencia en cualquier ambiente social, deportivo o comercial es un privilegio de los seres humanos, especialmente cuando se va ganando, sin embargo, cuando se trata de algún fracaso, por insignificante que este pueda ser, las perspectivas mentales y emocionales no son muy halagadoras, sobre todo para aquellos de nosotros que hemos sentenciado parte de nuestras vidas a ganar o perder, atados al soberbio pensamiento de todo o nada ¿De que nos sirve ganar una discusión, especialmente si lo que conseguimos es alimentar el ego momentáneamente para después sufrir las consecuencias del resentimiento y la venganza de aquellos a quienes les hemos pisado los cayos con nuestras actitudes? Quizá sea muy satisfactorio sentir que estamos venciendo en el juego de la vida sin antes considerar que la humildad nos puede conducir hacia el verdadero éxito personal, ese que se experimenta al final de un día satisfactorio, en esos momentos de callada expectación en donde el pensamiento honesto nos dice que hemos hecho lo correcto...

Las satisfacciones momentáneas en nada pueden compararse con la alegría de saber que somos justos, verdaderos y respetuosos en el trato a los demás; claro que habrá quien opine que derrotarse ante lo que no podemos manejar es una señal de debilidad; yo creo que esto no podría estar mas lejos de la verdad, porque es de los instantes de debilidad y derrota de donde nace la búsqueda de fortaleza, sabiendo que es necesario empezar a mejorar ya y que no importa cuan largo y difícil parezca el camino que se tenga que recorrer, siempre será mejor estando acompañados de las personas con quienes compartimos confianza y responsabilidad, ademas, la luz en la oscuridad regularmente alumbra cuando menos lo esperamos; es de sabios equivocarse y corregir en el camino, pues hacerlo significa madurez y acción firme para levantarse y sacudirse las rodillas como lo hace el entusiasmo de los niños cada día; admitir que los ciclos se terminan, que la gente se va de nuestra vida y la derrota frente a lo que no podemos controlar, nos permite conocer las respuestas de la vida a las inquietudes personales; estas respuestas pueden ser: si; no o tengo algo mejor para ti, solo tienes que ser paciente; cuando aceptamos este simple hecho nos condenamos al éxito aun a pesar de nosotros mismos...