Las emociones destructivas como la soberbia, la ira, la avaricia, la envidia, la gula, la lujuria y la pereza nublan el entendimiento de quien las experimenta en exceso, estas congelan la percepción del bienestar, disminuyen las capacidades emocionales por minutos, por horas, por días y en algunos casos por años, además de que pueden guiar al hombre o la mujer a la depresión; nos pueden separar de lo que es bueno y saludable; se puede decir que de hecho, estas emociones negativas o defectos de carácter son las causantes de la contaminación de los ambientes sociales; y como entonces se puede contribuir a mejorar nuestro entorno social, familiar y personal? Esta es una cuestión que nos concierne a todos; algunas personas para dar solución a sus circunstancias tratan de pensar positivamente diciéndose a sí mismos, mañana comienzo, la próxima semana empiezo a cuidarme, ahora si, después de la fiesta del fin de semana empezare con nuevos hábitos y así hasta el infinito; tal vez esto les funcione por algún tiempo, sin embargo, el pensamiento positivo sin acción disciplinada es apenas nada...
Las actitudes inconstantes resultan ser nada mas que una limitante para las personas y aunque no se puede hacer nada por el carácter de los demás, si se puede uno disciplinar a sí mismo, especialmente en los hábitos que le ayudan a uno a generar entusiasmo e interés en lo conveniente para la salud y el bienestar personal; el entusiasmo, la intensión, la atención y los motivos correctos le permiten a uno avanzar sin dañar ni dañarse, impelen a honrar una promesa, permiten evitar el ser abatido por la competencia y aun cuando se fracase en algún reto personal y se haya sido asaltado por el virus de la envidia, que es uno de los contaminantes que acompañan a la frustración, siempre se puede iniciar algo que conviene a uno mismo en cualquier momento; una actitud como esta le hará sentir mejor si se levanta, se sacude las rodillas y vuelve a intentarlo, aunque la actividad constante y disciplinada no sea necesariamente de su agrado... Actuar aunque la mente le repita a uno excusas absurdas por las cuales se debería de postergar la buena salud y el bienestar, es necesario dar el primer paso para el mejoramiento de las circunstancias, ya después trabajará por "la constancia" que es una cualidad emocional que se debe cultivar con acciones, aunque estas sean pequeños y de poco esfuerzo, reiterando claro y fuerte lo ya bien conocido; la fe sin obras, es letra muerta...
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