Mi abuelo solía decir que “cuando tienes salud, en verdad lo tienes todo”; las personas que están mejorando todos los días pueden distinguirse con facilidad, los inevitables en la vida pueden sorprender a cualquier persona, en cualquier momento y sin aviso, sin embargo, uno puede entrenarse no solo para resistir, persistir y perseverar, sino también para sobreponerse emocionalmente, en especial cuando los pensamientos se tornan un tanto pesimistas y se comienza a prestar oídos a las voces que le insitan a uno a buscar culpables en el exterior; pare, reflexione y corrija en vez de auto deprimirse; tomar un descanso y conversar con algún amigo de confianza a manera de catarsis, leer un buen libro, escuchar un audio positivo, ver una película inspiradora y hacer ejercicio mientras pasan los síntomas del malestar negativo, es un elixir que civiliza el carácter...
Decir que no se ha estado haciendo nada particular para cuidar la salud, muy probablemente significa que se está siendo irresponsable y esto es un grave error de juicio; un carácter sofisticado le permite a uno hacer lo conveniente para el cuerpo, la mente y la vida emocional aunque no exista malestar alguno por el momento; reconocer que la manera correcta de pensar genera una manera correcta de vivir, significa que se sabe que una actitud saludable da a la ambición un nuevo sentido y motiva a desarrollar un estilo de vida optimista compuesto por una buena alimentación, horas adecuadas de descanso y ejercicio físico; es importante admitir de manera puntual y objetiva que la buena salud y una actitud optimista representan la piedra angular en donde la mente y la química del cuerpo se encuentran para dar origen a un carácter sofisticado, siempre que se entrene para conseguirlo…
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