miércoles, 18 de junio de 2014

UN GRANITO DE ARENA

Evitemos alimentar las emociones que conflictuan la propia personalidad y la de nuestros semejantes, porque elementos tales como la pereza, el temor, el resentimiento, la envidia, la venganza y la desmesurada necesidad de aprobación provocan en algunos seres humanos un gran descontento en la vida, estos fenómenos emocionales pueden limitar el gozo de los detalles pequeños pero hermosos de la existencia y pueden generar un desequilibrio en la naturaleza de nuestra personalidad e incitarnos a la búsqueda de alguna manera artificial que nos ayude a despresurizar el carácter...

Nuestras exigencias desmesuradas a los demás y a nosotros mismos pueden deberse a acontecimientos que tuvieron su origen en la infancia y estas pueden afectar la conducta personal de manera contundente en la vida adulta... Formar parte de las estadísticas en este contexto hoy en día no es de extrañarse; aparentemente mas de uno de los que parecen mas cuerdos en la actualidad han sido empujados a olvidarse de la cordura emocional para enfocarse en la absurda idea de que la demás gente si tiene la obligación de comportarse adecuadamente y este es un absurdo pensamiento, todos y cada uno de nosotros deberíamos poner nuestro granito de arena para que las relaciones interpersonales obedezcan al bienestar común...

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