La imaginación espoleada por pensamientos negativos puede argumentar preocupaciones innecesarias, miedos con capacidad de generar desconfianza en uno mismo y disfrazarse de algún tipo de temor enfermizo, como el miedo a las grandes alturas, a los espacios cerrados e incluso como una resistencia inexplicable a realizar actividades en las cuales ya tenemos experiencia; el miedo también puede tener la apariencia de un padecimiento físico para el que creemos tener una explicación lógica... En el terreno de la ciencia medica, la medicina psicosomática nos habla de que muchas enfermedades desde un simple catarro hasta una complicada artritis pueden atribuirse a desordenes psíquicos, pues es mas fácil tener achaques que tener fortaleza...
De acuerdo a las investigaciones científicas de la medicina, la delicada salud de muchos enfermos crónicos no es mas que un artificioso disfraz de sus arraigados temores, esa sensacion de inseguridad que a veces nos invade, proviene probablemente del temor que sentiamos de niños cuando en realidad eramos débiles e incapaces; sabíamos que habia una gran diferencia entre nuestra debilidad y la fuerza de las personas mayores; aun que esa diferencia desaparece a medida que maduramos y nos hacemos adultos, el niño que habita en nosotros esta siempre atento para hacernos pagar una y otra vez por las culpas y los errores del pasado que ya dabamos por olvidados... Es una responsabilidad individual el liberarse del temor en la medida de lo posible y este es un buen momento para comenzar a no tomarse tan en serio...
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