La emocionalidad positiva es un arte que se tiene que aprender; aquellos que aprenden a manejar sus pensamientos y controlar sus emociones han aprendido a vivir los buenos hábitos; son seguramente disciplinados a un estilo de vida integral, se rigen bajo sus propios lineamientos, comprenden y respetan el bienestar común, ya no son esclavos de la critica de adentro hacia afuera y mucho menos de afuera hacia adentro, son libres por que así lo han decidido y van con entusiasmo sembrando con consciencia las semillas de los buenos frutos que habrán de cosechar en su futuro...
El refinamiento del carácter es la garantía del mejor futuro y exige que nuestra relación con lo divino, con la familia, los vecinos, en el trabajo y con nuestras amistades este siempre acompañado de un esfuerzo constante y sostenido de mesura en el comportamiento; antes de priorizar lo que creemos que toda la gente debería hacer para estar bien con uno, es imperativo comprender que el cumplimiento de las propias metas debe estar basado en principios e integridad y que debemos ser estrictos en nuestros valores, pero flexibles con nuestros semejantes y con el tiempo que nos llevará desarrollar nuestro carácter hasta conseguir nuestros mas sublimes anhelos...
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