La sinceridad en las expresiones verbales no es un testimonio de verdad, se puede ser genuino con las palabras y aún así no hablar con la verdad; cuando el ser humano se expresa verbalmente puede ser honesto y estar al mismo tiempo sinceramente equivocado respecto a la verdad... Para interpretar y expresar inteligentemente las palabras es imperativo utilizar el buen decir con claridad, sustancia y conocimiento porque las acciones nunca sustituyen las palabras cuando de impactar emocionalmente se trata...
Un buen ejemplo es entregar una flor a una dama; este es un acto hermoso, pero nunca será tan conmovedor como las palabras que expresan el sentimiento que motiva a esa acción... La lectura del lenguaje corporal, la capacidad de leer las gesticulaciones de las personas, captar las señales emocionales y su intensidad son habilidades de la inteligencia emocional; debemos admitir que las palabras cargadas de emoción tienen un efecto increíble en las personas y saber medir las emociones con las que cargamos nuestro lenguaje es más persuasivo que una verborrea con la que se quiere impresionar...
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