Practicar no es lo que se hace cuando uno ya es bueno para algo, es la disciplina de ejercitar las capacidades personales para conseguir hacerse bueno en algo; es cierto que factores como la oportunidad, los dones naturales, los ambientes idóneos y las cinco personas con quienes pasa uno más tiempo cada día pueden influenciar el destino de una persona, sin embargo, culturizar la mente, ejercitarse fisicamente y desarrollar habilidades emocionales como la resiliencia y la auto educación son prácticas individuales que de igual manera pueden generar los resultados llamados suerte, es decir, la creación de las propias circunstancias requiere de ajustes a la filosofía personal, la actitud y las acciones que pueden dar resultados valiosos...
Y nada de lo anterior se puede hacer sin la ayuda de nuestros semejantes, de nuestros compañeros (as) de viaje en esta vida; personas que ayudan a aprovechar las oportunidades que requieren del tipo de atención que no se deja influenciar con facilidad por los defectos de carácter como el miedo, la pereza y la soberbia; hacer que la llamada suerte personal se afine e incremente requiere de la práctica constante; debemos admitir que el valor que le entregamos a la vida es directamente proporcional al valor que habremos de recibir de ella; mi mentor solía decirme con frecuencia que la vida no es justa y que es mejor que uno se ajuste a ella, así entonces, hagamos de este próximo año, un año memorable, vivamos al máximo por nuestras metas y ayudemos a otras personas a que cumplan las suyas; reciban todos ustedes un abrazo con mis mejores deseos para este 2021...
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