El destino que uno se ha fijado en la vida de manera individual, puede ser visualizado sin necesidad de interacciones con otras personas, sin embargo, es la dirección que uno mismo le va dando día a día a su propia vida la que le da valor al propósito personal y este resulta ser más satisfactorio cuando entregamos valor a la vida de otras personas, así son el servicio y la cooperación; el sentimiento de que se puede ser uno mismo (a) en casa, en el deporte y en los equipos de trabajo es una emoción incentivada por el ambiente de confianza que genera el liderazgo; debemos admitir que no se trata solamente de ganar o de perder y si de permanecer productivos y vigentes en el juego de la vida, vida que ha de continuar con o sin nuestra participación...
El efecto acumulado de nuestras decisiones y acciones termina por reflejarse en nuestro futuro e invariablemente cambia nuestro destino, pero el propósito personal debería de mantenerse íntegro; no conviene descuidar la dirección que nos dan las pequeñas disciplinas, porque hacerlo genera perjuicios a la salud integral, genera hábitos malsanos; el verdadero valor y significado del propósito personal tiene también su efecto acumulado en nuestras interacciones con las demás personas, así es que ayudarles a expresar su mejor versión de sí mismos construye día a día un mejor futuro para todos, deje ya de esperar que algo o alguien venga a cambiarle su actitud, qué tal si no llega? hágalo usted mismo (a), aliniese con su propósito en la vida; este día ya es en sí mismo una gran oportunidad para vivir bien...
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