La creación de ambientes saludables, inclusivos y motivadores termina generando un sentimiento de pertenencia en las personas, una emoción que hace la diferencia en los motivos dominantes por los cuales uno se presenta a trabajar, a jugar en equipo o simplemente a participar en armonía y con mucho entusiasmo a las tareas cotidianas de la familia en casa y conseguir que este sentido de pertenencia vital para los seres humanos vaya en aumento es una responsabilidad del liderazgo; debemos admitir que algunas personas son muy buenas en lo que hacen y podrían ser aún mejores si se encontraran expuestas a los ambientes emocionales que les permiten y les motivan a dar todo lo mejor de sí mismos...
Los motivos humanos para desarrollar los intelectos y la personalidad van más allá de solamente metas, representan un estilo de vida; y colaborar en alcanzar las metas diarias, semanales, mensuales y anuales puede ser tal vez una magnífica forma de remuneración, sin embargo, debería de ser también un ideal más grande y poderoso que solamente presentarse a trabajar para conseguir metas, debería de estarse transformando progresivamente en el estilo de vida de quienes participan en el engranaje productivo de una gran oportunidad de vida; claro que uno se presenta a trabajar por la obligación con nuestras familias, por la remuneración económica, por la responsabilidad humana de ser productivos y debería de ser sobre todo, porque nos emociona el sentimiento de pertenecer a un sueño que se hace realidad todos los días, un ideal más grande que uno mismo...
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