domingo, 2 de diciembre de 2012

LA CORTE Y EL JUICIO EN NUESTRA MENTE


Con que fundamentos juzgamos a nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo y a nosotros mismos?... Esta es una pregunta que debemos hacernos cada vez que tratemos de descalificar la voz, las acciones, la personalidad o los estilos de vida de los demás y los propios, porque si hacemos un inventario moral en el lugar y al momento, quizá encontraremos que los motivos que nos llevan a descalificar a otras personas o a nosotros mismos, están directamente relacionados con el hecho de que nuestras expectativas sean cumplidas o no, es decir, que nuestros juicios siempre están elaborados con base en lo que parece ser malo o bueno para nosotros y que probablemente no tiene fundamentos libres de resentimiento, envidia o culpa de nuestra parte, por lo cual carecen de honestidad, humildad o de un sentido positivo y constructivo para la ocasión, lo que significa una actitud egocéntrica de nuestra parte cuando emitimos esta clase de juicios... Abstenernos de opinar cuando no se nos ha pedido que lo hagamos en cualquier conversación, es un signo personal de nuestra parte y que denota madurez emocional, así mismo, ser moderados en nuestras opiniones cuando se nos solicitan, evitando tratar de imponer nuestras teorías a los demás, también es un indicador de que hemos progresado emocionalmente...

Y que decir del tipo de juicios y conversaciones intrapersonales que llevamos a acabo a solas y en silencio o incluso en compañía de otras personas y en voz alta?... Esos hábitos de descalificación de nuestra personalidad son los que establecen paradigmas negativos en nosotros, tal como se puede hacer frente al espejo o frente a los demás, tratando de disculparnos por algo que creemos haber hecho equivocadamente con el afán de demostrar alguna clase de humildad falsa ante la gente por algo que consideramos no esta bien en nosotros... Cualquiera de esta actitudes representa inseguridad, por lo tanto es necesario mejorar nuestra auto estima, y por otro lado, estos comportamientos también determinan un cierto grado de egocentrismo, pues parece en realidad, que hemos decidido tomarnos demasiado en serio en la vida, como si nuestra condición personal de seres humanos no permitiera errores; debemos aligerar nuestra carga de prejuicios haciendo inventarios morales constantes, acompañados de una catarsis positivamente dirigida al mejoramiento personal y a tomar la vida con mas sencillez e incluso con un cierto toque de fatalidad, pues si es cierto o no lo que decimos, es un hecho de la vida que la critica destructiva no tiende a mejorar absolutamente nada y si puede disminuir nuestra capacidad para mejorar nuestra actitud; el día de hoy, hagamos algo positivo por mejorar aquello que con tanta insistencia criticamos en los demás y en nosotros mismos...

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