Evitemos poner nuestra tranquilidad emocional en las manos de alguien que pretende ordenar nuestra vida, especialmente si parece no tener conocimiento de la dirección que su propia existencia esta tomando, porque esto seria una perdida de tiempo... Y si nuestra responsabilidad es dirigir algún equipo en el que la meta es el logro de un bien común, entonces debemos predicar con el ejemplo y después solicitar la cooperación necesaria para el logro de los objetivos de la asociación, porque aun cuando esa cooperación sea una responsabilidad de aquellos a quienes dirigimos, los verdaderos líderes imprimen su huella en la blanda arcilla del derrotero de la vida con el ejemplo, pues no existe mayor influencia para el ser humano que aquella que se ejerce emocionalmente con la personalidad y la actitud que uno mismo quisiere ver en los demás...
Recordemos que lo propiamente dicho es mucho mejor en acción y que los pensamientos positivos que nos liberan de la pereza, el temor y el resentimiento hacia los demás serian apenas nada significativos en nuestra vida sin todos esos pequeños actos de amor desinteresado en favor de nuestros seres mas queridos y aun aquellos que todavia no hemos llegado a tolerar... Esta actitud puede atraer a las personas que gustan de un comportamiento moderado, pero audaz, sereno, pero positivo y emprendedor, porque la verdadera buena voluntad de cambiar y hacer lo mejor para el bien-estar común es acción pura, sin expectativas... Seria conveniente reconocer que el ejercicio de algún tipo de influencia en la gente resulta mas efectivo cuando se predica con el ejemplo; el optimismo es solamente una manera de pensar; pero enfrentar los retos de la vida en sus propios términos es la acción realista de un carácter bien templado....
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