La filosofía personal con la que se inicia un nuevo año es lo más importante para no depositar las metas personales en la cajita de los defectos de carácter, de hecho, no es necesario esperar hasta el día último de este año a las doce de la noche para formular la determinación de mejorar... El no, es la vitamina de quien acepta el reto y si usted no renuncia a la oportunidad, todo es posible, es imperativo transformar todos los debería de hacer esto o aquello, en tengo que hacerlo porque me conviene, todos los podría lograrlo si quisiera, tienen que convertirse en lo estoy haciendo porque mejora mi estilo de vida y me permite alcanzar cada nueva meta...
Empiece en este momento a transformar sus ideas y creencias, haga de su filosofía lo que usted quiere ser y antes de sucumbir a las excusas mentales para no hacer ejerció, comer bien o leer un buen libro ponga en acción su idea aunque sea con un simple comienzo, una ensalada en vez de un pan, una caminata a paso veloz o la primera pagina del libro que usted leerá bastarán, aún cuando la mente siga defendiendo a la pereza; ya verá usted que después de unos minutos la actividad abre la puerta a un estado de animo diferente y entonces se puede ser consciente de que se ha superado la prueba del día... Postergar la felicidad que proporciona el sentirse bien, termina por diluir la voluntad con el virus de la apatía...
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