Una mezcla muy especial de habilidades que se desarrollan durante las crisis es la caracteristica más evidente en las personas optimistas que sobresalen cuando los desafíos se incrementan; el optimismo nos permite observar y ponderar la realidad sin despertar deseos por la derrota ante la adversidad; el ser humano optimista no es solamente un pensador positivo, es un hacedor impulsado desde adentro por su motivo dominante, por esa chispa inagotable que explica el porque hacemos lo que hacemos a pesar de los retos inevitables en la vida; el optimismo es persistir para jalar a los demás a superarse por que sentimos que es posible y no solamente eso, sabemos que es posible para cada uno de nosotros si trabajamos disciplinadamente para lograrlo, es la certeza de que todo va a estar bien sin negar la aparente realidad...
Aunque a simple vista poseer energía y magnetismo para las buenas cosas es suficiente, seguramente ahora que estamos por entrar a las nuevas oportunidades será necesario dejar de lado la creencia de que se pueden manipular las circunstancias con solo desearlo y aunque resulta difícil determinar el origen de la energía positiva en las personas optimistas, hay quienes creen equivocadamente que este tipo de habilidad emocional se trae de nacimiento y que corresponde solamente a una clase muy especial de gente, al tiempo que excluye a las demás personas, sin embargo, eso sería negar la capacidad natural de los seres humanos para superarse a sí mismos, desarrollar una filosofía y un motivo dominante propios y poderosos que nos mueven hacia el bien...
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