Las personas que se buscan y se encuentran unas a otras en un vecindario, en la escuela, en una empresa o en un club, es porque se atraen mutuamente y cuando los seres humanos invertimos el tiempo con personas que son agradables para nosotros, personas con las que somos afines de alguna forma, nos sentimos mucho mas cómodos que con aquellos que piensan, sienten o hacen cosas que no nos interesan particularmente y a medida que el tiempo pasa, podemos darnos cuenta que ya no es necesario competir y aun mas maravilloso es saber que no tenemos que distinguirnos en una forma especial entre los amigos para poder sentirnos útiles y felices, porque en su lugar podemos compartir las experiencias de la vida, la fortaleza necesaria para superar las vicisitudes en la propia existencia y la esperanza de un futuro inmediato mejor...
Es imperativo eliminar las ideas que nos atemorizan al pensar en simplemente alejarnos de la gente que nos provoca emociones negativas, en lugar de que cobardemente les permitamos que se introduzcan en nuestra vida para después intentar acondicionarlas para que se ajusten a nosotros sin éxito... Para algunos seres humanos es muy cómodo utilizar las actitudes de otra gente como excusa para ser ingobernables, algunos de nosotros solíamos ser expertos en eso, pero en plena conciencia hemos aprendido una nueva técnica: Ya no nos permitimos llegar a un estado tal de complacencia o resentimiento hacia otra gente como para dejar que esas personas controlen nuestra vida, especialmente hasta el grado de causar en nosotros que volvamos a pelear o discutir, hemos encontrado que no tenemos ya el deseo de permitirle a nadie que maneje y arruine nuestra existencia... Es importante disculparnos por lo que hayamos hecho si con ello ofendimos a alguien, ya sea que nuestras disculpas sean aceptadas o no, ahora podremos empezar de nuevo, sabiendo que los seres humanos podemos empezar el día y la vida cuantas veces sea necesario...
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