martes, 29 de octubre de 2013

OCHENTA POR CIENTO ACTITUD, VEINTE PORCIENTO APTITUD

Algunos seres humanos se aferran a la postergación de sus acciones como un medio para evadir las responsabilidades que requieren ser cumplidas para ser felices, simplemente por que no se conocen en realidad o por temor a fallar en el intento; ademas de que es muy probable que ignoren lo que desean verdaderamente para si mismos y los suyos... Si le preguntamos a alguien que quiere de la vida, su respuesta en la mayoría de los casos se basara en lo que no quiere de esta: No quiero que esto me suceda, ya no quiero estar así, ya no quiero hacer esto, ya no quiero depender de esto o de aquello, ya no quiero sentirme así, ya no quiero, ya no quiero, pero aun así postergan las acciones que pueden solucionar su problemática y la postergación de las acciones también es pereza... Claro que cada caso tiene sus propios motivos, pero es un hecho que una actitud positiva supera a las habilidades personales... Algunos individuos postergan sus acciones aunque de por medio este su bien estar debido a que tienen miedo de fracasar o de encontrarse con alguna negativa que incremente el numero de acciones a llevar a acabo o que el grado de dificultad de cada acción sea cada vez mayor...

Algunas personas dejan de hacer lo conveniente o lo que les corresponde por obligación y responsabilidad, con la excusa de que no obtendrán beneficio para ellos mismos de esa acción o quizá estén resentidos con quien determina las acciones a llevar a acabo... Así que conocernos a nosotros mismos y los motivos que nos mueven a cada uno a hacer o no hacer lo que nos corresponde para nuestro propio beneficio y el de aquellos que confían en nosotros, siempre es y será un buen comienzo; debemos aceptar que una acción positiva por pequeña que sea iniciara el proceso por medio del cual podremos liberarnos de la pereza y cuando esa vocecita en la mente dice no actúes aunque te conviene, ya fuiste ayer, quizá te estas tomando muy en serio, mañana repones el día, al cabo ya es viernes, el lunes empiezas para toda la semana, etc... Lo que se puede hacer es: Iniciar por una actividad menor, aunque la voz siga hablando, tomar lo necesario y encaminarnos a la acción y cuando llegue el momento iniciemos lentamente; después de unos minutos nuestro mejoramiento ya estará en marcha, puede ser que no sea la mejor tarea realizada del mes, pero la alegría por no haber sido paralizados por la pereza indica que la prueba ha sido superada y este proceso puede repetirse con cualquier actividad cuantas veces sea necesario...

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