Comprender y aceptar a las personas con quienes hemos de estar en contacto, así como ajustar nuestro carácter a la convivencia con ellos y ellas de tal manera que podamos sentirnos cómodos en su ambiente es un acto de sano juicio, porque si hemos de compartir el espacio y el tiempo, entonces también es nuestro ambiente, debemos contribuir a que el clima de esta interacción sea placentero... Aceptemos alegremente las excentricidades de otros, pues seguramente algunos piensan lo mismo de nosotros, actuemos de modo armonioso recordando que lo que se da, es lo mismo que se recibe, sirvamos a todos de alguna manera y seamos parte del todo actuando como uno mas de la familia, del equipo o de la sociedad en general...
Debemor recordar y admitir que nadie trae nada consigo al nacer y consigo nada se lleva cuando deja la vida; respetemos a todos, evitemos elevar el tono de voz delante de las personas mayores o venerables y actuemos con sabiduria, desarrollemos una personalidad integral, atemos todos los cabos sueltos de nuestro carácter y hagamos de nosotros personas de elevados principios morales llevando una vida honesta con nosotros mismos... Procuremos mantener los pensamientos de auto conmiseración y egoísmo fuera de la mente, evitando considerar los defectos de otros y apreciando sus buenas cualidades... Consideremos todo con mente abierta evitando las charlas inútiles y el chismorreo, hagamos de cada día algo valioso siendo coherentes con respecto a nuestras propias metas y practiquemos un estilo de vivir que enaltezca nuestra personalidad...
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