Hace algunos años hice un viaje de negocios a otro bello país y una tarde mientras tomaba un cafe en un bonito lugar se sentó junto a mi un hombre mayor que yo, al menos eso me parecía... Después de pedir algo de beber se inició una conversación casual y durante la platica le comente que yo permanecería en esa provincia por dos o tres meses y que al momento (quince días después de haber llegado a ese país) ya extrañaba yo a mi familia, a lo que el comentó que estaba experimentando los mismos sentimientos en ese preciso instante y que se le ocurrían un par de buenas ideas para sentirse mejor, pero que no estaba seguro de poder manejar la culpa si se involucraba en alguna relación casual con otra mujer que no fuera su esposa... En algún punto de la conversación empezamos a hablar de la importancia que tiene para una relación familiar "la fidelidad" y lo dificil que resulta mantenerse fiel a los principios éticos del amor cuando "el ego" quiere jugarnos una pasada...
Me contó que para el siempre representó una gran dificultad el iniciar una conversación con una mujer hermosa, me dijo que esa aparente dificultad en su pasado se había convertido en una gran ventaja, pues esta casado con una bella dama a la que respeta y ama profundamente, me explicó que el es leal a su matrimonio por defecto y que eso era maravilloso, ya que su aparente gran dificultad para interrelacionarse con las mujeres atractivas ("el temor al rechazo") hoy representaba para el una "habilidad emocional" a la que bien podría llamarsele "virtud por defecto" y que una vez habiendo aceptado esto, podría mantenerse fiel a los principios éticos que rigen su vida... Cuando abandoné esa cafetería me llevé una gran lección conmigo: Y es que si tengo la suficiente buena voluntad, puedo encontrar grandes ventajas en mi personalidad, características que antes parecían estropearme la vida; hoy es posible percibirlas como elementos de auto ayuda en cualquiera nosotros y que ahora forman parte de nuestra experiencia para mejorar en comportamiento y actitudes... Es axiomático actuar coherentemente y de acuerdo a los principios éticos de nuestro propio estilo de vida, pero sobre todo: "Es mejor trabajar en favor de nuestras capacidades emocionales; capacidades que pueden diluir nuestros defectos de carácter"...
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