Cuando los seres humanos nos encontramos en medio de las oportunidades de crecimiento por medio de la resolución de alguna dificultad, es cuando realmente valoramos la presencia de quienes nos dieron la vida y nos cuidaron cuando enfermábamos de gripe y otras cosas, nos vistieron y alimentaron en la medida de sus propias capacidades para que nosotros pudiéramos escoger entre ser lo que hoy somos o cualquier otra cosa bajo nuestros propios conceptos, debemos siempre recordar que para ser agradecidos no basta decirlo solamente, debemos hacer algo que reivindique nuestros pensamientos y emociones de gratitud... Si deseamos mantener la frente en alto a lo largo de nuestro paso por esta vida es imperativo vivir libre de culpas y resentimientos, debemos practicar la gratitud...
También podemos encontrar en nuestro andar a quien dice que no encuentra las palabras para agradecer el apoyo que haya recibido de cualquier persona o institución, que se le llena el corazón de gratitud por formar parte de una bonita familia, de un exitoso equipo deportivo, de un buen equipo de trabajo o de un divertido y saludable grupo social, pero lo dirá de dientes para afuera, porque no hará nada al respecto, por lo tanto jamás desarrollara la gratitud como facultad emocional, así que es sugerido que entreguemos lo mejor de nosotros mismos al devolver la dádiva de vida que hemos recibido de las manos de nuestros padres y todas aquellas personas que han contribuido a nuestro desarrollo; y si ya no estuvieran o no la hicieron como lo hubiéramos querido, busquemos a alguien para quien podamos ser serviciales y así contribuir al mejoramiento de la humanidad...
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