Si las cosas van bien para nosotros puede que nos confiemos hasta el grado de tirarnos a dormir en nuestros laureles, quizá hasta hagamos de la pereza, la negligencia y la propia obstinación unas conductas rutinarias y eso hará que muy pronto seamos parte de la mediocridad en lugar de ser parte de la oportunidad... Tenemos que ponernos en acción constante y sostenida respecto a nuestro carácter para evitar subir a la montaña rusa de la confusión emocional, recordando siempre que el crecimiento físico, mental y espiritual es frecuentemente doloroso y que de vez en cuando el derrotero de la vida presentara oportunidades de crecimiento especialmente cuando el día parece estarnos sonriendo...
Tener una idea positiva de nosotros mismos es diferente a considerar que en el camino del éxito estaremos exentos de las vicisitudes que el propio desarrollo y evolución nos proponen para mantener una mente abierta a la enseñanza; porque para experimentar y aceptar el cambio como parte del mejoramiento en todas las áreas de nuestra existencia; debemos ser conscientes de que por doloroso que sea el proceso de crecimiento siempre acabará guiando nuestra personalidad desde la soberbia obstinación a la humilde paz emocional... Es axiomático aceptar que cuando el dia parece demasiado nebuloso y sombrio, cuando parece estar pintado de pereza y pensamientos depresivos, nuestra mejor herramienta emocional para el mejoramiento es: "Un listado honesto de todas las personas y cosas buenas que habitan en nuestra vida", porque al darnos cuenta de nuestra exagerada melancolía es mas fácil admitir que los seres humanos podemos empezar el dia cuantas veces sea necesario y que la formula es muy sencilla de practicar: "Pare, reflexione y corrija"...
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