domingo, 30 de marzo de 2014

PERSONALIDAD INTEGRAL Y MADUREZ

Es patético observar a un hombre maduro dandose aires de muchachón o a una mujer otoñal comportandose como joven mariposilla, estos personajes no han querido entender que al llevarnos hacia la plenitud, el tiempo nos pide que vallamos cerrando muchas puertas y que renunciemos a caminar por muchos senderos si es que en verdad deseamos avanzar hacia esa morada en donde habitan la madurez del amor y la culminación de la obra, ¿A quien le sorprende que un muchacho mariposee de ilusión en ilusión? Prácticamente a nadie por supuesto, sin embargo ¿Quien no se sorprende de que un hombre mayor haga el espectáculo de comportarse como adolescente? El primero y mas importante de los conocimientos en lo que se refiere a la vida personal, consiste en saber que el amor es tan indispensable para el alma, como el aire para el cuerpo, al decir amor, hablo de esa relación cálida y afectiva que nos liga a una persona o a una creencia y que hace que nuestro anhelo se eleve mas allá de las satisfacciones egoístas, por que el amor, aun en los casos en que se confunde con la pasión, se entrega sin reservas de ninguna especie...

No existe realidad social tan importante en la vida de la humanidad como la interdependencia de y entre los seres humanos, el trato interpersonal moldea nuestro carácter, bien sea en la infancia, la juventud o en cualquier otra edad, por ejemplo: Un hombre valeroso seguramente heredó esa cualidad por los ejemplos que recibió de su Padre cuando era niño, un hombre cobarde, tal vez adquirió su miedo por el mismo miedo que sentía su madre, de igual manera que asimilamos el alimento del cuerpo, asimilamos el alimento del alma, gracias a los ejemplos que recibimos de nuestros héroes y heroínas cuando éramos niños... Así es como la conducta del individuo neurótico y la del hombre o mujer mesurados ejercen su influencia en las de otras personas que a veces ellos nisiquiera conocen, pero que les están observando; por que los hechos y las palabras de uno y del otro, dejan su huella en la blanda arcilla de la naturaleza humana... Tenemos que actuar responsablemente y sentirnos obligados a ser respetuosos con los derechos de los demás, a ser amables en nuestro trato, a colaborar y ser parte de la soluciones para así convertirnos en elementos positivos de nuestra familia y de la sociedad en la que nos toca vivir...
   

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