La ctitud, la resiliencia y la persistencia, no se aprenden en la escuela, se desarrollan enfrentando los retos y las circunstancias en la vida; disfrutar del juego que se juega cada día, significa para mi, saborear los sinsabores, levantarse cuando uno se ha caído, regresar al camino de las metas y hacer todo lo necesario para convertirse en la persona que se requiere para alcanzarlas; desistir es fácil, negarse a la disciplina es el camino cómodo y repleto de excusitis; pero lo verdaderamente valioso para una persona está en la satisfacción de los pequeños triunfos de cada día y el efecto acumulado de estos cuando se consigue la meta que uno se propuso desde el principio...
Que quiere lograr en su vida que la gente a su alrededor ve como imposible? Cuantas veces está usted dispuesto a que le digan que no y aún así persistir? A qué edad le gustaría rendirse al reto de vivir con emoción un día a la vez? No espere más y decídase; las respuestas a estas preguntas pertenecen al fuero interno e individual y tarde o temprano han de recibir respuesta, ya sea que el exterior termine por emitir su última sentencia o usted responda de manera proactiva y positiva; evite ser victima de las excusas y entregue más valor a la vida ya, pues el tiempo es el activo más valioso que tenemos los seres humanos...
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