Muy pocas personas se animan a hablar de esas discusiones mentales en las que pareciera que uno no participa hasta que decididamente se interviene y se determinan las acciones que si se han de llevar a acabo para mejorar; algunos de mis amigos llaman a estas asambleas mentales la locura en la azotea, algunas otras personas dicen que es la ardilla girando en la cabeza y otros simplemente le llaman el comité mental y aunque parece algo cómico, durante los momentos apremiantes, cuando ese comité está en reunión, uno puede tomar decisiones que después tenga que corregir o simplemente aceptar las consecuencias...
La única empresa con todos sus activos a nuestra disposición es nuestro cuerpo humano, es nuestro único vehículo y el único hogar en el que vivimos verdaderamente; nuestra mente, emociones, capacidades naturales y adquiridas son nuestra responsabilidad; la fórmula pare, reflexione y corrija no siempre funciona como nos gustaría para dejar de culpar a los demás por nuestros resultados y aunque es una muy buena alternativa en los momentos de estrés y preocupación, lo que si ha demostrado ser de gran utilidad para el ser humano es la persistencia en las disciplinas que nos hacen bien y nos convienen; persistir en hacer ejercicio físico aun pesar de la pereza y falta de actitud, en la auto educación a pesar de estar cansados, en la buena alimentación y el descanso aún a pesar de las preocupaciones, ha de permitirnos continuar en la consecución de nuestras metas y seguramente el día menos pensado la persistencia disciplinada ha de pagar las recompensas...
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