EL QUE SABE, SABE

Unos años han pasado ya desde que un sabio amigo mío, me hizo una observación que me ha ayudado a mantener la estabilidad emocional en momentos en los que las circunstancias me provocan al desconcierto y al deseo de sumergirme en un estado de autoconmiseracion... Y es que muchos de nosotros, los seres humanos, tenemos la tendencia a pedir consejo acerca de nuestros asuntos a las personas equivocadas y muchos de ellos creen tener todas las respuestas; con el argumento de que llevan una vida llena de aciertos... Sin embargo, si observamos con atención, podremos darnos cuenta que todas las personas llevan en si mismas las cicatrices de sus propias derrotas... Y si sus propias experiencias no han sido superadas, definitivamente no pueden ser las que ofrezcan las respuestas mas adecuadas para la solución de nuestra problemática en el momento en que solicitamos consejo; la sugerencia de mi amigo fue: pongamos la debida atención antes de acercarnos a pedir una sugerencia sobre cualquier asunto relacionado con nuestra tranquilidad emocional, pero todavía mas importante, analicemos con entereza la fuente de la sugerencia que hayamos recibido...

Yo creo que los que nos atrevemos a compartir un estilo de vida, que funciona para cada uno de nosotros, debemos ser lo suficientemente responsables para reconocer el tipo de experiencias vividas y superadas por nosotros mismos, evitando así la soberbia actitud de tratar de persuadir a alguien, con cosas que no están en nuestro propio estilo de vida como experiencias superadas o en el proceso de serlo... "Zapatero a tus zapatos".  Por ejemplo: ¿como atreverse hablar de como hacer en el matrimonio para mejorar? ¿Si nunca se ha estado casado? o aun mas grave, ¿ Como hablar de la educación física, mental, emocional o espiritual como disciplinas en la vida?, si lo que se experimenta en nuestro propio carácter es ingobernabilidad total?, yo creo que el dolor, la salud emocional y la felicidad de nuestros semejantes merece respeto, tal y como lo merecemos nosotros... Yo me pronuncio en favor de que disfrutemos de la vida siguiendo el axioma universal ¡Vive y deja vivir...! Debemos ser responsables al servir a nuestros semejantes predicando con el ejemplo, para así poder compartir una vida en plenitud