No hay ninguna otra verdad tan consoladora en esta vida, como la de saber que cada día nos ofrece la oportunidad de ser mejores; día con día podemos aumentar nuestros conocimientos, dedicarnos a nuevas ocupaciones, defender causas nobles o hallar nuevos amigos que nos permitan enrriquecernos moral o intelectualmente... Yo creo que todos estamos de acuerdo en que somos inteligentes para algunas cosas y negados para otras, el genio es la excepción, los demás somos medianamente normales, pero no debemos olvidar que podemos y debemos progresar a lo largo de la vida, porque en tanto no llegue la muerte, esta en nuestras manos el perfeccionarnos, el romper nuestra propia roca de donde brotara ese manantial de cualidades insospechadas...
Para lograr la paz emocional debemos renunciar a muchas cosas si deseamos poseer plenamente alguna; cuando eramos niños no era difícil alcanzar lo que deseabamos, bastaba un lloriqueo para que los mayores acudieran a calmarnos y a satisfacer nuestros berrinches, en ese entonces no entendiamos, nisiquiera sospechabamos que para lograr algo, frecuentemente debemos renunciar a lo demás, los años nos han ido enseñando que en cada época de la vida tenemos que prescindir de algunas satisfacciones, para poder disfrutar de otras, elegir el bien mayor, haciendo a un lado los demás bienes... La gran dificultad que se nos presenta en la vida no es la de elegir entre lo bueno y lo malo, sino entre lo bueno y lo bueno... Por ejemplo, cuando se es joven, se puede soñar con media docena de planes para nuestro futuro, en cambio durante la madurez debemos decidir por uno solo y poner todo nuestro empeño y nuestras energías en realizarlo... Debemos recordar que lo bueno siempre ha sido y será enemigo de lo mejor...
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