sábado, 30 de marzo de 2013

EL SOSIEGO EMOCIONAL ESTA EN NOSOTROS

Hace algunos años se me ocurrió hacer una lista de los que según yo, eran los mayores bienes de la vida, recuerdo que los anote por orden de importancia, primero, la salud, después, el amor, el talento, la energía , las riquezas y por último, la fama, satisfecho con mi elección, le mostré la lista a un experimentado amigo mío... La leyó y me dijo:- Me parece muy bien lo que has elegido, incluso el orden en que lo has colocado, pero te faltó algo, sin lo cual todo lo demás no sirve para nada. Tacho toda mi lista y abajo escribió estas dos palabras, "Tranquilidad emocional". - La salud y el talento, las verás en muchas personas, los ricos y los famosos abundan, pero la tranquilidad emocional solo es concedida a unos pocos... - En todas las épocas los hombres verdaderamente sabios han implorado por la paz del alma, de que le sirve el mundo entero a quien no tiene la paz... La verdad es que en ese momento me pareció que mi amigo exageraba, pero hoy; doce años mas tarde mi propia experiencia y lo que he aprendido de las experiencias ajenas, me permiten verlo todo con mayor claridad. Estoy convencido de que mi amigo tenía razón, "la tranquilidad emocional" es el mayor de los bienes...   

Esta tranquilidad no depende de que las circunstancias sean buenas o sean malas, florece en nuestro interior a pesar de la falta de comodidades materiales, incluso ante la falta de salud, la mansión mas amplia y espléndida le parecerá estrecha a quien se encuentra asediado por las inquietudes, pero quien disfruta de paz interior se encuentra muy a gusto en su casa, por humilde y pequeña que esta sea; en todas las épocas sin importar sus creencias o su idioma los seres humanos han implorado por el sustento del cuerpo y la paz del alma; anhelar la tranquilidad emocional no quiere decir que rehuimos el esfuerzo que significa la vida, ni confundir esa tranquilidad con el deseo egoísta de encerrarse en una torre de marfil, al contrario, cuando aspiramos a esa tranquilidad debemos perseverar en cultivar nuestro ánimo, que es el escudo protector contra todos los golpes que nos da la adversidad, la paz emocional no es posible alcanzarla en un día y menos si nuestros esfuerzos son aislados o fugases, ni siquiera la sublime emoción del amor compartido puede otorgarla, aunque el amor es lo mas cercano a la dicha perfecta, el sosiego interior que apetecemos esta en nosotros, pero no lo vemos... Y no lo vemos, por que no nos atrevemos a entrar en nosotros...

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