domingo, 24 de marzo de 2013

UNA HEBRA EMOCIONAL QUE SE ENTRETEJE EN NUESTRA VIDA

El miedo es una hebra emocional que se entreteje en nuestras vidas, así que cuando nos asedian el temor y las preocupaciones, es imperativo estar conscientes de que estos pueden ser vencidos con la tranquilidad de espíritu; de hecho, la capacidad de sentir temor es en cierta medida una bendición para el ser humano, muchas veces, gracias a ella desarrollamos nuestro intelecto, nuestro ingenio creativo e incluso nuestra moralidad, el miedo es útil cuando el peligro que enfrentamos es verdadero, pero ¿serán verdaderos todos los peligros que inspiran la mayoría de nuestros temores? Vamos a examinar los temores que podemos llamar de primera persona, a veces nos inquieta nuestra salud, creemos que el corazón o que nuestros pulmones andan mal, que nuestra presión arterial esta muy alta o que padecemos de insomnio por que algunas noches no dormimos bien, a cada rato nos tomamos el pulso y estamos muy atentos a detectar los sintomas de alguna enfermedad en cualquier alteración momentánea, otras veces, lo que nos preocupa es nuestro carácter, nos sentimos inseguros, nos quejamos a todas horas de nuestros fracasos e imaginamos que somos criticados y despreciados por los demás, esta clase de temores pueden llegar a presentarse bajo un disfraz emocional...

Por ejemplo: La desconfianza en nosotros mismos, se puede disfrazar de un temor enfermizo a las grandes alturas, a los espacios cerrados o miedo a realizar actividades en las que ya tenemos experiencia, el miedo también puede tener la apariencia de un padecimiento físico; en la ciencia medica, la medicina psicosomática nos habla de que muchas enfermedades, desde un simple catarro hasta una complicada artritis pueden atribuirse a desordenes psíquicos, pues es mas fácil tener achaques que tener fortaleza, la delicada salud de muchos enfermos crónicos de acuerdo a las investigaciones científicas de la medicina, no es mas que un artificioso disfraz de sus arraigados temores, esa sensacion de inseguridad que a veces nos invade, proviene probablemente del temor que sentiamos de niños cuando en realidad eramos débiles e incapaces; sabíamos que habia una gran diferencia entre nuestra debilidad y la fuerza de las personas mayores, aun que esa diferencia desaparece a medida que maduramos y nos hacemos adultos, el niño que habita en nosotros esta siempre atento para hacernos pagar una y otra vez por las culpas y los errores del pasado que ya dabamos por olvidados... Es una  responsabilidad individual el liberarse del virus del temor en la medida de lo posible para cada uno de nosotros y hoy es un buen momento para comenzar...

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