Los comentarios y opiniones que se reciben de la gente afectan de una u otra forma nuestra actitud ante las circunstancias de la vida; estos comentarios pueden variar desde la acusación o señalamiento hasta aquellos que llegan a elogiar tanto nuestros éxitos, que parecen falsos; vivir bajo la expectativa de que todo lo que se hable acerca de nosotros y lo que hacemos sea satisfactorio es una forma de dependencia malsana a la aprobación; por otro lado, si se espera que todos los comentarios que se hacen de nosotros sean negativos, esa es una señal de que podemos tener baja auto-estima... El hecho es que tratar de vivir complaciendo la opinión de los demás es una perdida de tiempo, un tiempo valioso que no vuelve a nosotros y que puede muy bien ser utilizado en algo mucho mas productivo, como hacer ejercicio, leer un libro e incluso conversar con alguna de las personas que sabemos que siempre tiene algo positivo de que hablar; además de que siempre hay algo que podamos hacer por los demás cuando la negatividad a través de la gente a nuestro alrededor quiere asaltarnos...
Poner nuestros estados emocionales en disposición para ser lastimados es verdaderamente un contrasentido si lo que deseamos es la paz emocional... Cuando alguien nos repite una o dos veces que algo de lo que vestimos o hacemos no se ve bien en nosotros ese día, es muy probable que este tratando de decirnos que se siente mal por algo que le molesta en su vida personal, pero como muy probablemente no se conoce, no sabe como expresarlo de una manera saludable y quizá quiere hallar una excusa para sentirse mejor encontrando los defectos en cualquier otra persona que se cruce en su camino, recordemos que la miseria emocional siempre busca compañía y quizá esa sea su manera de presentarse ante nosotros ese día, tal vez ese sea el momento preciso para alejarnos de esa conversación o todavía mejor, actuando comprensibles y tolerantes debido a nuestro progreso emocional podemos preguntar ¿Que te sucedió? ¿Quieres hablar de ello?... Debemos recordar que la vida no es siempre acerca de nosotros; ser caritativos, tolerantes y amorosos da esperanza a nuestros semejantes, nos ayuda a conservar la fe en la humanidad y en nosotros mismos...
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