El poder de las palabras en un dialogo constructivo proporciona consciencia sobre los diferentes ambientes sociales en donde los interlocutores participan; casi todas las personas tenemos algo bueno y positivo para compartir de nuestras experiencias y seguramente deseamos recibir algo bueno también; cuando la tensión aparece en nuestra atmósfera de convivencia debemos humildemente evitar el deseo de imponer nuestras ideas a los demás y aprender a callar en el momento oportuno para permitir que los demás expresen su opinión por completo; si logramos hacer esto, entonces habremos comprendido que ningún ser humano tiene la verdad absoluta sobre ningún asunto y que todo error o circunstancia tiene un sentido positivo en nuestra existencia...
Aceptar que es de humanos equivocarse nos permite escuchar sin prejuicios y con benevolencia las opiniones ajenas; y esa en si misma es una habilidad emocional inspiradora... La capacidad de dialogar puede ser una fuente incesante de sabiduría que nos permite comprendernos los unos a los otros; el poder de la palabra positiva y con sentido constructivo desata los nudos emocionales, disipa las suspicacias, abre las puertas de la mente, puede solucionar conflictos y engrandecer a las personas que la practican como una herramienta emocional... El dialogo constructivo funge como vinculo de unidad entre los seres humanos y nos enseña que el hecho de experimentar desacuerdos con nuestros semejantes, regularmente obedece a la falta de comunicación; debemos admitir que el dialogo esta lejos de ser una mera discusión o un debate de ideas, es mas bien la búsqueda del bienestar común entre las personas, porque ayuda a la mutua comprensión y tolerancia...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario...!