Como alimentamos el pensamiento? Que le damos de comer a nuestro cuerpo? En fin, como nutrimos el alma? Estas preguntas deberían tener respuestas sencillas y concretas, sin embargo la mayoría de las personas podemos decir con honestidad que regularmente ninguno de estos cuestionamientos tienen tanta importancia como la tiene nuestro deseo de lograr todo aquello que anhelamos en la vida aunque en el intento se pierda la salud integral por medio de los excesos tratando de mitigar la frustración, los temores y la ansiedad... Hoy es mas sencillo aceptar que así como nutrimos nuestra individualidad, también así nos sentimos emocionalmente y es así, por medio de las emociones como nos comunicamos con ese poder universal que se conecta con el alma...
Ir a la cama para descanzar después de llenar nuestra curiosidad con información que activa negativamente nuestra característica melancólica natural es un error que afecta gravemente nuestra conducta durante el día, así como sucede también con las discusiones innecesarias antes de dormir, debido a que todo aquello que pensamos al cerrar los ojos por la noche, seguramente ocupara nuestros sueños y por lo tanto estará con nosotros por la mañana ocupando nuevamente parte nuestro día limitando el presente... Comer sanamente y ejercitarse con regularidad le da tono a nuestro cuerpo, alimentar el pensamiento con información productiva y positivamente realista regenera la autoestima y las acciones altruistas, desinteresadas y en favor del bien-estar común nutren el alma, así y solo así nuestros sentimientos están libres de las emociones virulentas que contaminan el ambiente y obstaculizan la nutrición del espíritu...
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