Es natural que nos preocupe lo que nos pueda reservar el mañana respecto a las posesiones materiales y la posición social, a muchas personas las atemoriza la idea de llegar a verse sin trabajo o de fracasar en su profesión o en el matrimonio y aun cuando no hay nada de imaginario en esos temores si están estrechamente ligados con las manifestaciones de neurastenia; en la actualidad los seres humanos somos como atletas que compitiendo en una carrera tenemos miedo de que nos alcancen los que vienen atrás y ansiamos alcanzar a los que van adelante, a esta implacable carrera en pos del éxito económico se deben mas de un caso de infarto o de postración nerviosa que culminan en la muerte prematura; la ambición es un admirable atributo de la naturaleza humana, pero mal encaminada nos hace consumir de manera estéril aquellas energías que debemos reservar para cosas de mayor provecho, nos daña cuando en vez de ser un estimulo para nuestra superación se degenera y se convierte en envidia...
El hombre o la mujer envidiosos, aunque tengan un techo, suficientes bienes materiales y una encantadora familia, todavía se sentirán descontentos y amargados; podemos preguntarnos ¿Por que? Y la respuesta puede estar en el hecho de que no pueden tolerar que otros los hayan aventajado en la carrera hacia el éxito, tal vez si reflexionaran bien las cosas, podrían ser capaces de decirse a si mismos: De ahora en adelante, sin la preocupación de cuantas riquezas y cuanta influencia tienen los demás, me basta con saber que dispongo de todo lo necesario para tener una vida digna y mantener a los míos y en vez de encaminar mi ambición hacia la meta que otros señalaron, sere yo mismo quien decida mi propia meta, no atentare contra mi salud haciendo del ganar siempre y a todos el blanco de mi ambición, al juzgarme a mi mismo, no solo me preguntare: ¿Cuanto tienes? sino también ¿Eres mas sabio? ¿Cuanto has avanzado por el sendero del bien? Y si las respuestas a estas preguntas son satisfactorias, entonces podríamos estar seguros de que vamos por buen camino en el mejoramiento de nuestro propio carácter y esto será un testimonio para quien nos ama y nos observa de que hemos alcanzado ya cierta madurez emocional...
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