PROYECCIÓN DE VIDA, HACIA LA NUEVA REALIDAD

Es indispensable creer que una historia electrizante de vida se puede crear a cualquier edad, en los 20s, a los 50, a los 65 años de edad, cualquier momento es magnifico para empezar a generar nuevas y más positivas experiencias; debemos admitir que no es lo que sucede en la vida y si lo que se hace con lo que sucede; circunstancias como las que todos en el mundo estamos experimentando en este momento van a seguir ocurriendo, como han ocurrido en el pasado, son parte de lo inevitable y la diferencia entre los sueños que se cumplan en un año, en 5 años, en diez años, será la filosofía con la que se enfrente la nueva realidad; diseñar un estilo de vida que nos permita transitar a través de esta nueva oportunidad y trascender, requiere de corregir los errores del pasado, generando los cambios necesarios de filosofía, actitud y actividad; aceptemos que los desafíos siempre vienen en una mezcla de oportunidades y para que las cosas cambien uno tiene que cambiar; algunas personas equivocadamente creen que la habilidad para cambiar y adaptarse se trae de nacimiento y que envuelve solamente a un tipo muy especial de seres humanos, al tiempo que excluye a todos los además; dejemos de pedir menos retos y pidamos más sabiduría para superarlos...

Démosle la bienvenida a todas las experiencias, nunca se sabe cuál de ellas nos ayudará a dar el giro que nos lleve a nuestras nuevas metas, permitamos que cada experiencia nos enseñe algo nuevo y tomemos la determinación de hacer lo necesario para llegar hasta donde humanamente podemos y todavía más allá; hagamos una firme determinación al prometernos a nosotros mismos que jamás se dará uno por vencido, sigamos intentándolo todo, leamos los buenos libros, practiquemos las disciplinas aunque duela y hagamos tantos contactos personales positivos hasta que logremos cada meta que nos estamos proponiendo para este nuevo futuro; la vida es un mundo infinito de oportunidades, seamos genuinos al cooperar y al ser empáticos con los demás, ayudemos a nuestros hijos no solo con sus tareas, ayudémosles con su vida; demos ejemplo de disposición y entusiasmo; si trabajamos en nuestras habilidades ellas nos abrirán nuevos caminos...