Pagar el precio de la disciplina resulta ser todo un desafío cuando no se pueden ver con claridad las recompensas de una buena promesa; la promesa de un futuro extraordinario debe ser visible para la imaginación y el como nos sentimos este día con respecto a los fracasos del pasado puede afectar grandemente los resultados de un buen futuro; así es que trabajar con el hoy en nuestra vida de manera persistente es imprescindible, especialmente si queremos ser un mejor colaborador en la familia y sobre todo para el trabajo en equipo; ayudar a que otras personas consigan sus metas es mi visión de una promesa extraordinaria; yo no creo que exista un ermitaño que haya cumplido todos sus sueños; los programas de recuperación personal más exitosos tienen muy claro el hecho de que el servicio a los demás genera compañerismo, amistad, confianza, recuperación personal, lealtad e integración, aunque también establecen claramente que para ayudar a alguien más a ver la promesa de un mejor futuro, es necesario haber alcanzado cierta mesura emocional y sano juicio; paradójicamente estas capacidades se consiguen sirviendo a los demás...
En estos tiempos recibimos información de todo tipo, tanto la negativa y preocupante, como la que anuncia grandes oportunidades y es necesario ocuparnos de tener una existencia saludable para aprovechar las oportunidades; el desarrollo gradual de un estilo de vida genuino y adaptable requiere de ideas de progreso y desarrollo que nos llenen de inspiración; la buena actitud de una mente sana, en un cuerpo sano nos libera de la duda, el miedo y las preocupaciones; una de las propuestas con mayor poder en las ultimas décadas dice que los retos y las enfermedades se originan en la mente y que una mente abierta a la sabiduría puede vencer casi cualquier desafío; teoría o verdad? Lo que si es un hecho es que al sentirnos muy mal o muy bien se lleva a cabo una interacción entre nuestra mente, cuerpo y emociones que puede arruinar o restaurar nuestra salud; así es que la promesa de un futuro extraordinario viene de nuestro interior, es una auténtica e innegable sensación de consciencia que se siente en el corazón y en las entrañas, de que somos parte de algo bueno en la vida que es mucho mas grande y poderoso que nosotros...
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