Los entornos culturales en los que nos desarrollamos producen ciertas expectativas en nosotros y estas expectativas son nuestra visión del futuro; las historias que cuentan nuestras cicatrices del pasado hablan de cómo hicimos para salir positivamente de las circunstancias adversas y en esta ocación no será diferente, tambien saldremos de esta situación que nos tiene enfrentando un desafío emocional constante cada día; en realidad no es tan importante que nos trajo aquí o cómo llegamos a esta situación, lo verdaderamente importante es que tipo de personas seremos al salir de ella y que tanto desarrollemos las facultades de la voluntad en estos momentos está diseñando un nuevo código emocional en nosotros para el día de mañana...
Seguramente estemos ya considerado priorizar el tiempo de ahora en adelante y eso nada tiene que ver con las horas que pasemos haciendo algo, es más bien la calidad de los valores que ponemos en las horas de un día de vida lo que hará la diferencia; decir podría mejorar, es solo una esperanza, decir debería hacerlo, no es mas que procrastinación y decir no quiero hacerlo porque no me nace o no me sale bien, tal vez significa que se es demasiado testarudo (a); las pequeñas disciplinas de hoy han de generar los grandes cambios con el tiempo, así es el efecto acumulado de nuestras decisiones, no es necesario cambiar de ciudad, de pareja o de familia, solo se tiene cambiar de filosofía; dejemos de pedir mejores circunstancias y en su lugar, pidamos otra idea, otro libro, un nuevo seminario, otra conferencia; tenemos que empezar con lo que tenemos ahora y no tiene por qué ser complicado, de hecho, lo único con lo que podremos contar todo el tiempo de manera incondicional, es con lo que hacemos nosotros mismos por y para el bienestar común, ese es un nuevo código de actitud libre de egoísmo...
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