jueves, 28 de junio de 2012

EN EL TORBELLINO DE LAS EMOCIONES AJENAS

Puede parecer un día como cualquier otro y de pronto nos encontramos en el camino de las emociones de otro (s) compañeros de viaje que probablemente este (n) teniendo un día difícil... Hace unos días mientras conducía por una avenida bastante transitada, me di cuenta al mirar por el espejo retrovisor de mi automóvil, que una camioneta de carga viajaba a gran velocidad y al llegar a la luz roja en donde todos los demás conductores nos habíamos detenido, este caballero empezó a sonar la bocina de su vehículo de tal manera que realmente parecía que con esa acción los automóviles se moverían de alguna forma para abrir paso a su frenetica carrera... Obviamente no ocurrió, y como todos los demás tuvo que esperar a que la luz cambiara a color verde; por lo que su desesperación definitivamente no acelero la periodicidad de la luz ni a los conductores de los demás vehículos a su alrededor... Sentí un gran alivio cuando lo vi alejarse en su camioneta tan rápido como había llegado a la esquina del semáforo...

Sin embargo, unos minutos después cuando me acercaba a mi destino, un golpe en la parte trasera de mi vehículo me sorprendió; era el mismo individuo de la camioneta, que ahora había chocado su vehículo con el mío... Al bajar de mi automóvil para revisar el golpe, entre la sorpresa y el coraje natural del momento, pude darme cuenta de que este caballero estaba bastante asustado y le pregunte, ¿Se encuentra usted bien?, a lo que respondió que si, pero que estaba a punto de perder su empleo por llegar tarde debido a alguna razón que vocifero, pero que no entendi... Mientras se arreglaba el percance como debía de ser,  me hablo de lo que para el era importante en ese momento, y que representaba su malestar de esa mañana; yo me limite a escuchar... Cuando nos retiramos del lugar del acontecimiento me sentí felizmente agradecido por haber reaccionado comprensivamente, pues el día que este caballero estaba experimentando era bastante difícil, y lo único que El necesitaba era hablar con alguien de ello y recibir un poco de comprensión por parte otro ser humano... Ese día me ocurrieron cosas muy agradables después de ese incidente y todo lo que tuve que hacer fue poner en practica las "herramientas emocionales" de las que tanto hablo... Seamos compasivos, tolerantes y amorosos en los ambientes en donde el egocentrismo parece ser el pan de cada día,  así, podremos "vivir felices alegres y libres".

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