El pensamiento en el ser humano es un incansable compañero, viene con nosotros desde el inicio de la vida, nos sirve como cómplice, confidente y generador de éxitos o fracasos hasta el ultimo momento antes de abandonar nuestra existencia en esta vida... Debemos ser conscientes de que el pensamiento positivo no elimina el pasado, no evita que la circunstancias se sigan presentando y tampoco garantiza que en nuestro andar estará exento de vicisitudes, especialmente si practicamos la salud emocional como un estilo de vida; el pensamiento positivo nos impulsa a seguir adelante a pesar de todo lo anterior, somos nosotros los que debemos llevar a acabo las acciones como reparar los daños que hayamos causado y cerrar los ciclos sin dejar ninguno abierto si deseamos continuar en nuestro derrotero de éxitos estando mas ligeros, sin el lastre de las faltas que hayamos cometido hacia nuestros semejantes; debemos corregir nuestro camino y hacerlo con la frente en alto, por que el pasado ha quedado en su lugar...
Algunos de nosotros como monedas de oro en algun monento de nuestras vidas nos hemos encontrado en un cenagal de emociones negativas que no solamente nos afectan a nosotros, sino también a nuestros semejantes; tal vez la dificultades materiales están presentes y aun así, no por estar o haber estado en el lodo dejamos de ser oro, si mejoramos día a día nuestra meneara de pensar, sentir y actuar, muy pronto contamos ya con un estilo de vida acorde a lo que deseamos y creemos merecer, brillaremos nuevamente como el oro; es necesario hacer a un lado esa terrible necesidad de reconocimiento, recordemos que los ciclos son un hecho en nuestra vida, algunas veces estamos muy bien y otras no tanto, sin embargo, es la perspectiva con la que observamos a nuestras circunstancias la que determina como nos sentimos; de hecho uno de los caminos a la depresión es el de compararnos con algunos de nuestros semejantes, por que aunque parecidos en nuestra condicion de humanos, realmente diferentes en el terreno corporal, emocional y mental, por lo tanto, debemos considerarnos únicos y valiosos... Recordemos la fragilidad de la certeza y el poder de lo único seguro, "el cambio de estados emocionales", nada llega ni antes, ni después, todo en el momento preciso...
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